Con la sostenibilidad y la electrificación en el punto de mira de muchas empresas, los camiones eléctricos podrían marcar la diferencia entre ganar o perder contratos.
«Para nuestros grandes clientes, ése es uno de sus principales objetivos», afirma Hans-Peter Dreier, Director General de Dreier Transport and Logistics. «Los contratos de los clientes son cada vez más exigentes. Dicen que en el futuro quieren que algunas rutas se hagan con camiones eléctricos: ¿cuándo podrás hacerlo?».
Hans-Peter cree que adelantarse con una flota de camiones eléctricos pone a su empresa por delante de la competencia en las licitaciones. Así que, en lugar de esperar a que sus clientes demanden camiones eléctricos, Hans-Peter aprovecha la ventaja ofreciéndoselo ya a sus clientes.
«La tecnología ya está aquí»
Describe el cambio a la electricidad como un «nuevo episodio», en el que el diésel acabará siendo sustituido por la electricidad, sobre todo en escenarios como el de Dreier, que utiliza una combinación de ferrocarril para largas distancias y camiones eléctricos para entregas urbanas más limpias.
«Hacemos mucho transporte combinado de ferrocarril y carretera», dice Hans-Peter. Dreier, que trabaja a escala internacional, envía cajas móviles durante la noche en trenes, donde a la mañana siguiente las recoge un camión y recorre los últimos kilómetros hasta su destino.
Es eficiente y sostenible, sobre todo cuando Dreier utiliza uno de su flota de 24 camiones Volvo eléctricos. Para 2026, la empresa tiene previsto ampliar su flota a 75 camiones eléctricos. «Una vez que empiezas con camiones eléctricos, te quedas», dice Hans-Peter.
Hans-Peter no ve motivos para ser aprensivos: «La tecnología ya está aquí», dice. «Hay que tener la mente abierta: funciona».
La transformación de la empresa y la incorporación del personal a una nueva tecnología suele ser un reto, pero los conductores de Dreier se adaptaron muy bien a los camiones eléctricos. «La adaptación de los conductores fue muy rápida. Con Volvo, tenemos ventaja», dice Hans-Peter. «Hice un recorrido [en un camión eléctrico] en diciembre y, tras cinco minutos en el camión, todo estaba claro. No es realmente un cambio. Para el conductor, el cambio está sólo en la cabeza».
Hans-Peter admite que al principio sus conductores estaban preocupados por la autonomía. «Tenían miedo de lo que pasaría cuando les quedara un 5, 10 o 15% de batería. Pero es normal. Es algo nuevo», añade. «Una vez que han conducido un camión eléctrico, los conductores no quieren cambiar».